A QUIEN ANHELA MI LLAMADO Y EQUIPAMIENTO
Yo te predestiné, también te llamé, te justifiqué y te glorifiqué.
Yo mismo te santifico por completo, y conservo todo tu ser, espíritu, alma y cuerpo, irreprochable para la venida de tu Señor Jesucristo.
Yo que te llamé soy fiel, y así lo haré. Si permaneces en mí, como yo en ti, darás mucho fruto; separado de mí no puedes hacer nada.
Te hago conocer plenamente mi voluntad, para que vivas de manera digna de mí, agradándome en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de mí y ser fortalecido en todo sentido con mi glorioso poder.
Yo te doy la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de mis labios. La sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida. La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá.
Yo te fortalezco si estás cansado y acreciento tus fuerzas si estás débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero tú que confías en mí renovarás tus fuerzas; volarás como las águilas: correrás y no te fatigarás, caminarás y no te cansarás.
Quien te ama:
Dios